Tratando de comprender las ráfagas de odio, ira, desesperación, por no dejarnos lastimar, las discusiones que nunca se tratan frente a cara, solo por medios, me despierto sin motivo de andar, sin un motivo personal, solo ajenos a mí, pedir una disculpa resulta ser un eterno castigo para ti, para mí una completa humillación, somos entes que van en corrientes distintas, como las afluentes de un rio, corren presurosas para encontrarse con la otra, y luego llega el caos, la fuerza y el choque entre ambas. ¿ Pero que sería de una afluente solitaria? Nada, su cauce seria lento, bajo, solitario ya que no tendría motivo correr presuroso al encuentro T-T.
Lo optimo seria que ese rio corriese solo y en compañía de algún otro, no de mí, me lastimas, te lastimo por pequeñeces, me has dañado el ser, lagrimas es lo que tengo siempre, no he podido olvidar los golpes, miradas asesinas, palabras degradantes, no he podido, y pretendes borrarlas con nada, haces cosas y no mides tus acciones, solo te quedas en silencio como si nada hubiese pasado, no tiene importancia recordar, según, (lo que más te gusto de mi es lo que quieres cambiar, hay que estar con las botas puesta para aguantar.) Pero resulta un asco degradante creer que el daño que me has hecho se queda en ese olvido, ¿acaso los golpes y constantes lagrimas desaparecen por arte de maho?(magia).
Mi cause anda lento sin ganas de encontrarse con su contraparte ya que el encuentro le dañara aun mas, pero igual seguiré andando en silencio, ya que amo tu ser ese que no conoces, que un día dijiste conocer, pero resulto ser que no, degradas el alma de un ser que sufre y que lucha por no convertirse en una avalancha, que se llevaría consigo todo a su paso, me llenas de desilusión, odio, desamor, descomprensión, y con decir busca a esos que están para ti, dices usted verá, vuelva ya conmigo jajajaja, sin mí no estarás bien Hiyoko, cuando lo que realmente sería fantástico escuchar es un hiyoko te amo, no te alejes, perdona de corazón, remediré cada apto que ocasione, amémonos, perdona mi ser pues yo no lo encuentro, ayúdame en la búsqueda, se mi contraparte. Palabras tan necesarias de oír, pero que carecen de fuerza y de acción al decir, las palabras se las lleva el viento, lo que cuenta son los hechos, y me pregunto ¿donde están?