Sientes que el pecho choca con la paredes del trato pulmonar, ese dolor es persistente y no se va, el respirar se transforma en una densidad tan áspera que prefieres dejar de hacerlo, luego tus labios se sellan y empiezan a moverse con forma de puchero, vuelves y los aprietas pero es tarde. se produce el sollozo y vienen las lagrimas, eso es dolor.